El proceso creativo es una emergencia

The work is all that’s happened in the day. It is a process, not a thing.

Tu obra es todo lo que pasa en un día. Es un proceso, no un ente.

Siempre he tenido una idea muy fija de lo que supone crear algo, ya sea escribir una entrada en este blog u otro texto, dibujar, componer una canción, escribir una carta o un correo, hacer una maleta. Todavía sigo pensando que lo estoy haciendo mal, que tengo demasiada poca estructura, que tiene que salir de forma más fácil, que el proceso tiene que ser de otra manera, más ordenado, más previsible, menos regurgitado y más sistematizado.

Cuando pienso en otras personas haciendo cosas creativas me imagino un proceso muy competente y estructurado, en mi mente estas personas madrugan y tienen miles de horas libres al día para trabajar de forma concentrada. Cuando leo un libro lo veo como algo tan terminado y tan compacto que no me entra en la cabeza como el proceso de escribir ese libro ha sido contrario a un proceso lineal.

Nuestro cerebro disfruta con la linearidad y con la certeza. Como contaba Mariana Matija en su taller «Cuidar del planeta que somos» siempre buscamos la predictibilidad y la certeza, queremos que las cosas sean pronosticables, que sean ciertas, que haya verdades absolutas, por ejemplo: saber en qué momento se va a terminar la pandemia y cómo va a ser la normalidad después.

Esto es una ilusión. El proceso creativo y la ejecución de ideas no se atiene a reglas ni a un proceso lineal, no puedes planearlo. No te puedes poner una alarma para que cuando suene se te ocurran ideas. Según dice Sönke Ahrens en el libro que acabo de terminar de traducir: «Incluso un esfuerzo racional y analítico como la ciencia no funciona sin habilidad, intuición y experiencia». La intuición está muy mal vista porque parece infundada y no es posible describirla objetivamente.

«La intuición en la escritura (…) solo puede adquirirse mediante la exposición sistemática a los bucles de retroalimentación y a la experiencia, lo que significa que el éxito de la escritura (…) depende en gran medida de la organización de su parte práctica».

Por eso alrededor de tu producción creativa con lo que sí tienes que contar es con sistemas y un flujo de trabajo que no prescriba lo que hacer en cada etapa, sino que te de una estructura de tareas claramente divisibles (paquetes intermedios / escribir notas permanentes) que pueden ser completadas en un tiempo razonable, y que te proporcionan una retroalimentación instantánea a través de tareas interconectadas. Te permite mejorar dándote oportunidades de practicar más a menudo. Cuanta más experiencia ganes, más podrás confiar en tu intuición para que te diga que es lo que viene después.

Se trata de lo contrario de planificar. Es estar abierta a que lleguen emergencias, porque de las emergencias emergen cosas, como dice Rebecca Solnit:

To recognize the momentousness of what has happened is to apprehend what might happen. Inside the word emergency is emerge; from an emergency new things come forth. The old certainties are crumbling fast, but danger and possibility are sisters.

Reconocer la trascendencia de lo que ha sucedido es reconocer lo que podría suceder. Dentro de la palabra emergencia está la palabra emerger; de una emergencia surgen nuevas cosas. Las certezas antiguas se desmoronan rápidamente, pero el peligro y la posibilidad son hermanas. (Traducción propia)

El peligro representa en este caso a los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro proceso creativo. Con los problemas llegan posibilidades: son la esencia de nuestro proceso de creación y de apredizaje.

Me encuentro en proceso de desaprendizaje en cuanto a mis procesos creativos. Ahora me permito que escribir esta entrada, por ejemplo, no sea lineal, ni predecible, ni ordenado. No puedo ni quiero controlarlo, no puedo esperar que algunas conclusiones surjan a última hora (ahora de hecho esto es bienvenido). No es que antes lo hiciera de forma súper estricta u ordenada, es que me sentía mal porque no fuese así.

María Fornet habla de nuestros sistemas de creencias en su libro Feminismo Terapéutico:

«(…) ese mindset, ese sistema de creencias que hemos desarrollado sobre nosotras mismas, está sustentado sobre la base de un sistema que nunca ha sido el nuestro. (…) entender cómo funcionan esos privilegios, esas discriminaciones, de masticarlas y reflexionar sobre ellas para después poder desarrollar, desde nuestra aproximación al mundo, una mentalidad de crecimiento. Una mentalidad en la que entendemos que no todo está en nuestra mano, pero que hay mucho que sí lo está, y que siendo lo personal político, aquello que hacemos en el aquí y ahora impacta en el todo. Es la mentalidad del todavía: de que igual aún no hemos llegado a conseguir ciertas cosas, pero lo estamos consiguiendo. No lo hemos conseguido aún, es verdad. Pero solo todavía. Al fin y al cabo, hay solo una verdad inmutable, y es que la única constante es el cambio».

Espero que nos permitamos estar en proceso. Que dejemos a nuestra creatividad respirar y que no nos agobiemos con las emergencias. Las emergencias son hermosas.

El óleo en la foto de arriba de la portada es una obra de mi padre, Paco Carmona.